dissabte, 10 de març del 2012

Manel terminan su viaje de 10 milles per veure una bona armadura


En pocos días hará un año que Manel publicó su esperadísimo segundo trabajo 10 milles per veure una bona armadura. Vaya por delante, antes de seguir, que ya escribí en su día la crítica del disco y que no titubeé al decir que habían aprobado con nota la difícil reválida del segundo LP tras un primer disco de éxito rotundo.

Un año y muchos teatros después, Manel ha celebrado este fin de semana el final de gira en su ciudad: Barcelona, que les es muy fiel y ha llenado tres días consecutivos el teatro hasta la bandera. Pero el directo que vimos el viernes lo hemos visto muchas veces ya. Por lo menos aquellos que venimos acompañándolos desde que ganaron el Sona9 y tocaban para 300 personas en la Salamandra. Por aquel entonces, atribuíamos la timidez y la frialdad a su inexperiencia en escenarios profesionales, pero los años pasan y la cosa no cambia.

Guillem Gispert (voz principal) y Roger Padilla (guitarra) siguen siendo los dos agentes más activos del cuarteto en cuanto a la interacción con el público se refiere. Mientras que Martí Maymó (bajo) y Arnau Vallvé (batería) están tan concentrados en sus instrumentos que casi parece que se olvidan de que están tocando frente a una multitud de exaltados espectadores. Guillem sigue hablando muchísimo, ahora ya no sólo para introducir canciones, sino también en medio de ellas. El coitus interruptus de Benvolgut del viernes fue, a mi parecer, imperdonable, pero, sobre todo, innecesario.

Sin embargo, después de todo esto, sucede que la cosa funciona. Es la magia de la música. Los que estamos enganchados a ella, la conocemos muy bien. Es la que nos obliga a seguir devorando una y otra vez discos y directos. El viernes el público no recriminó nada a la banda. Todo lo contrario: los aplaudió enérgicamente, les rio las pocas bromas que se permiten regalarnos, les gritó lo guapos que son y enloqueció al verlos dar dos pasos mínimos de baile mientras tocaban Dona Estrangera.

Manel pasó casi dos horas en el escenario, en esta ocasión acompañados de 8 músicos más -una sección de cuerda y otra de viento-, que nos permitió aproximarnos al sonido del disco y que, por lo menos, una servidora agradeció, pues la propuesta musical gana en consistencia.

Cantaron y coreamos cada uno de los éxitos de su todavía breve trayectoria. Ai, Dolors, El mar, En la que el Bernat se’t troba o Pla quinquenal fueron los platos fuertes que representaron su álbum debut Els millors Professors Europeus. Y repasaron una a una, las canciones del disco que ahora despiden y que los ha llevado a la cumbre más absoluta.

Benvolgut, Aniversari, Flor groga y La bola de cristall parece que fueron las canciones que el público llevaba esperando más tiempo. Aunque Boomerang se merece una mención especial, ya que consiguió alzar a todo el teatro, cuando sólo llevaban 40 minutos en el escenario.

En general, creo que la gente salió contentísima y así lo demostró en su ovación final hasta que cayó el telón (porque sí, en el Coliseum, cuando se acaba el concierto, cae el telón), pero yo sigo queriendo ver otra faceta en directo de estos músicos, que han representado una bocanada de aire fresco en la escena musical catalana.

Confío en ellos. Espero que a la tercera vaya la vencida y que en los directos del próximo disco -que espero escriban y publiquen pronto-, demuestren que han sabido darle otra vuelta de tuerca a lo que ya saben hacer muy bien: encandilar al público.

Publicado por Mireia Mora en Crazyminds

divendres, 18 de novembre del 2011

Barcelona se despide de Pedro San Martín (PSM Festival)

Sala Apolo. 29 de octubre de 2011


En el instante de entrar anoche al Apolo ya se respiraba un ambiente especial. Y es que por mucho que le llamemos Festival, el PSM era algo más. Lo de ayer era en realidad un concierto de amigos hecho para amigos, con un aforo limitado, muchísimo respeto y ganas de recordar entre todos a Pedro San Martín.

Llevábamos semanas conociendo detalles de lo que iba a ser el PSM Festival, que presagiaban que sería una noche con la emoción a flor de piel. Uno de los elementos clave era la presencia de Nacho Vegas, que había dejado clara su tristeza por la pérdida de Pedro San Martín en esta nota publicada en su facebook oficial.

Los amigos de San Martín llevaban meses trabajando, con mucho cariño, para que este homenaje fuera una realidad. Muchos han sido los que han participado para recordar al bajista de La Buena Vida. No sólo músicos. El cartel del PSM Festival corrió a cargo de Javier Aramburu, diseñador oficial de LBV y amigo personal del bajista.

Trece más una, fueron las bandas que subieron ayer al escenario. Sonaron emotivas versiones de temas míticos de LBV y colaboraciones preciosas. Tuvimos el placer de ver a Nosoträsh en la playa (banda ad hoc creada para la ocasión) con Nacho Vegas rememorando Tres Tristes Tigres. También con Nosoträsh se atrevió a subir al escenario Rosa, la que era pareja de San Martín, para cantar Arte estoicamente hasta que la venció la emoción, provocando uno de los momentos más tiernos de la noche. Por último, en cuanto a tándems deliciosos, Fernando Alfaro y el ex Surfin’ Bichos David Pascual hicieron vibrar a la sala.

Poco a poco fueron desfilando algunos de los grandes pioneros del indie español. El sevillano Antonio Luque, visiblemente conmovido, no encontró las palabras para despedirse de su colega, pero versionó La Calle del Carmen y cautivó a la sala con uno de sus mejores temas, Los Ángeles.

Jota, otro de los imprescindibles, gozó de doble ración. Primero con el proyecto Grupo de Expertos Solynieve y posteriormente con Los Planetas, que para sorpresa del público no tocaron Un buen día, pero sí, una impresionante Santos que yo te pinté, que consiguió levantar a todo el Apolo.

No podían faltar ayer, dos grandes amigos de Pedro. Javi Sánchez, ex componente de LBV que tocó con Ama, su banda actual y dijo echarle mucho de menos. Y Nacho Vegas, maestro entre maestros. Pudimos escuchar en directo Cómo hacer crac y volver a disfrutar Ocho y medio, probablemente una de las canciones más tristes y más bellas de nuestra generación.

El PSM Festival reservó para su último bloque, las bandas más alegres. Llegaron Lori Meyers con Luciérnagas y mariposas, Triangulo de Amor Bizarro poniéndole ruido a la noche con Magnesia y Ellos con un Guille Mostaza que se contuvo por poco y escogió los temas preferidos de Pedro para su actuación.

Al final de la noche se desveló el misterio de la banda número catorce. Tras el nombre de Sgt. Peter's Apolo Hearts Club Band, se escondían los integrantes de LBV y algunos amigos de la banda, que pusieron el broche a una noche que en realidad nunca debería haber existido.

Publicado por Albert Cobacho y Mireia Mora en Crazyminds

dimarts, 27 de setembre del 2011

You Are So Apricot de Flor Braier




Flor Braier compone su primera canción a los siete años. Una melodía pegadiza y sensiblera que canta a los gritos desde el asiento trasero, en los viajes familiares a bordo de un Chevy rojo y blanco.

En esa época, adquiere una guitarra eléctrica de juguete (color rojo, como el Chevy) y un micrófono haciendo juego. Toca incansablemente frente al espejo, usando un mameluco de cuero de su abuela materna.

A los quince pide como regalo de cumpleaños una guitarra (una de verdad). Las canciones solistas nacen como una necesidad de seguir buscando matrículas capicúa y de jugar con las melodías y las palabras que pueblan los sueños y sobre todo, el insomnio.

Muy pronto tendremos más, pero este vídeo se nos presenta como un aperitivo de lo más sugerente. A disfrutarlo! 

dissabte, 17 de setembre del 2011

Con Verkeren sentados en un sofá


Detrás de un nombre tan sonoro como Verkeren se esconden Siscu, Rafa y YursenIntervención es el título de su primer trabajo, que verá la luz el próximo mes de octubre. Hace unos días nos sentamos con ellos para conocerles un poco mejor y contaros lo que está por venir.
Su propuesta son 10 temas de pop cantados en castellano y con arreglos electrónicos. Tienen el privilegio, además, de ser el disco con el que Stefano Maccarrone (Mendetz) inauguró su estudio de grabación Abuelita Studios, consolidando su nueva faceta como productor.
El disco está compuesto básicamente en el estudio. No es el típico proceso de creación. Por eso hemos estado tanto tiempo componiendo y grabando. Probando e investigando el sonido. Nos sentamos con Stefano y le dijimos que queríamos que nos produjera el disco y la verdad es que nos hizo mucha ilusión estrenar Abuelita Studios”, afirman.
Pero empecemos por el principio.
Los chicos de Verkeren se conocen de toda la vida. Instalados en Barcelona desde ya hace casi una década, son amigos desde niños. “Nos conocemos desde que nacimos. Somos de Móra de Ebre, nuestros padres trabajan juntos, Yursen y Siscu incluso vivían en el mismo edificio de pequeños. A los 12 años empezamos a interesarnos por la música y a tocar la guitarra. Y cuando éramos adolescentes montamos nuestro primer grupo y hacíamos versiones de temas desde Nirvana a Los Planetas.
Tras un primer proyecto musical, hace un par de años se reinventaron y nació Verkeren. “Empezamos a trabajar en el disco sin ponernos una meta. Sencillamente comenzamos a hacer cosas nuevas y surgieron estas canciones. Quedábamos en casa de Rafa, que vivía en un piso diminuto. Nos juntábamos y de forma espontánea componíamos temas”.
Puede que esa espontaneidad de la que hablan sea la que hace que su disco tenga un sonido fresco y pegadizo, que se deja cantar y también bailar. Tras una primera escucha, es probable que prime el protagonismo de lo electrónico, pero Intervención está repleto de letras con historias cuidadas hasta la saciedad. Y es que reconocen que han tardado bastante en tener el material definitivo, pero eso se debe a su nivel de exigencia. “No aceptamos ninguna canción que no nos convenciera del todo. Descartamos temas porque no queríamos canciones de relleno.
Definen Intervención como “un disco de relaciones. Con una mujer, con un hombre o con uno mismo. Ese es el hilo conductor del disco. Una radiografía de aquello que sucede a nuestro alrededor. No es autobiográfico, hablamos más de sensaciones que de vivencias. Creamos personajes o alter egos y les damos un escenario para contar una historia con características reales, aunque sólo estén inspiradas en hechos que suceden a nuestro alrededor.
Si les pedimos que definan sus influencias principales, son incapaces de etiquetarse bajo ningún cliché, si bien beben de los principales sonidos de la escena independiente. Entre los artistas que aparecen en nuestra conversación citan a Arctic Monkeys, Wilco, Phoenix, El Hombre Burbuja, Antònia Font o sus amiguísimos Mendetz, con los que comparten también técnico de sonido en sus directos.
Auguramos muchísimos éxitos para estos chicos que todavía viven la música desde esa perspectiva de vehículo comunicativo. Tienen ganas de contarnos cosas a través de sinfonías y, sin duda, lograrán que muchos de nosotros nos emocionemos con sus letras y nos exaltemos en sus directos.
La próxima parada será el 10 de septiembre en la sala Sidecar (Barcelona), donde telonearán a San León y os advertimos que sería un error no acercaros a escuchar un aperitivo de su disco. De la misma manera que deberíais tomar nota de su nombre: Verkeren, no os olvidéis, todavía están por explotar su enorme potencial. Y creednos que lo harán.

Publicado por Mireia Mora en Crazyminds

dijous, 11 d’agost del 2011

Fly me to the moon


Hemos dicho por activa y por pasiva que este verano la sobreoferta de festivales ha llegado a un peligroso punto de saturación. Aún así, siempre es una buena noticia que el equipo del Primavera Sound se ocupe de la gestión de actividades musicales más allá de su gran evento. En esta ocasión, el formato que proponían eran dos jornadas breves de música en directo, en el Poble Espanyol, que tan bien funcionó durante el PS 2011.
Para la primera jornada del Fly Me to the Moon el menú era aparentemente sencillo y de éxito asegurado. Nos ofrecía dos propuestas que tuvieron buena acogida durante el PS 2011, ambos con un toque de electrónica experimental.
The Suicide of Western Culture
Los primeros en saltar al escenario fueron The Suicide of Western Culture. El proyecto de estos chicos de Barcelona es cuanto menos curioso. Vivían en Londres, en un hostal para estudiantes. Un día, el café estaba más cargado de la cuenta y los dos amigos decidieron comprar algunos juguetitos Casio pasados de moda, a precio de saldo, y subir al apartamento a mezclar un disco.
Y así les ha salido este sonido industrial con altas dosis de ruido y distorsión, pero que tiene un punto hipnótico. Partían del post-rock, pero ellos mismos aceptan que cada día suenan más a electrónica experimental.
El directo fue bastante más cautivador de lo que esperábamos, la verdad. Aunque empezaron con retraso, se hicieron perdonar con una estética muy cuidada y un soporte visual potentísimo. Empezaron con una mezcla de ¡Ay Carmela! y ya no abandonaron el mensaje político, cosa que nos sorprendió gratamente. Con sus proyecciones y su sonido desgarrador hicieron que a ratos nos sintiéramos como republicanos bombardeados por aviones italianos. En resumen, un directo tan cautivador como inquietante.
Les sucedieron Animal Collective, cuya presencia en este festival no deja de sorprender. Pasaron por la última edición del PS y el recibimiento fue desigual. Mientras hubo quienes consiguieron sintonizar con el psicodélico directo que ofrecieron los chicos de Baltimore, otros consideraron imposible ponerse en su plano, a las 2 de la mañana, excepto con ayuda de substancias ajenas.
Animal Collective
Aún así, el equipo del Primavera Sound apostó de nuevo por ellos, mostrando su autonomía cuanto a las críticas se refiere, y actuando de nuevo como prescriptores. Lástima que los componentes de Animal Collective salieron al escenario y aportaron poco respecto a lo que ya habíamos visto en el PS 2011.
Un colectivo, más que una banda, que investiga (a veces para su propio placer, más que el del público) con ritmos que acarician la distorsión. Sus temas en directo siguen logrando llevarnos, en según qué ocasiones, a una simbiosis con las notas y sus voces, pero en general sus temas se alargan en exceso, como si no supieran exactamente en qué momento finalizar sus canciones. Aún así, lograron que el escaso público que se congregó en el Poble Espanyol les mirara (muy) emocionado y se sintiera afortunado por aquello de que cuatro gatos estaban viendo a su grupo favorito. Sin embargo, nosotros, que habíamos tenido el placer de verles en el PS 2011, nos quedamos algo tibios.
En resumen, la primera jornada del Fly Me to the Moon prometía más de lo que aconteció finalmente, sobre todo en lo que a afluencia de público se refiere. Puede que no sea una gran idea programar a grupos que han pasado por Barcelona hace apenas dos meses. Aún así, somos conscientes que el plato fuerte del Fly Me to the Moon era la jornada del jueves, que reunía a Joanna Newsom y a Beach House. Y que esta crónica queda incompleta sin poderos explicar lo que pasó. Lamentablemente, típicos imprevistos estivales nos impidieron asistir, pero confiamos muchísimo en los chicos del Primavera Sound y estamos convencidos que hicieron un cierre de festival a la altura de lo que nos tienen acostumbrados.

Publicado por Albert Cobacho y Mireia Mora en Crazyminds


dimarts, 26 de juliol del 2011

Festival Pròxims.


Este 2011 ha sido un año repleto de nacimientos cuanto a festivales musicales se refiere. En esta ocasión hablamos de Pròxims, propuesta barcelonesa para una noche de verano en la ciudad. Pròxims tuvo lugar ayer por la noche en el Poble Espanyol, un marco bastante recurrido, pero que sigue funcionando por ser un escenario diferente y familiar.
Su declaración de intenciones es manifiesta. Son Pròxims en el espacio y en el tiempo. Con una programación integrada por formaciones musicales nacidas en Cataluña en los últimos años y acompañadas por los queridísimos y mallorquines Antònia Font. Pròxims quería ofrecernos una noche tierna y lo consiguió.
Abriendo puertas excesivamente pronto para nuestro gusto, la propuesta iba in crescendo desde los íntimos Anímic, pasando por los estruendosos chicos de Mujeres hasta llegar a la madurez que ofrecen Mishima o Antònia Font en directo.
En general, la propuesta funcionó, considerando la sobreoferta festivalera del verano, aunar 4000 personas en el Poble Espanyol se puede considerar un éxito. No podemos decir lo mismo a nivel técnico. Hubo muchos problemas con el sonido (incluso Mujeres se quejaban de no haber podido probar), y en general una mala adecuación acústica que hizo que Mishima, por ejemplo, sonara bastante mal.
Problemas técnicos aparte, a continuación lo que podemos destacar de cada directo:
Anímic
Llegamos con mucha curiosidad y ganas de ver en directo a estos chicos, conscientes de que un festival no es el mejor enclave para disfrutarlos. Anímic es ante todo un proyecto artesanal, una especie de comuna musical formada por seis integrantes que comparten algo más que una banda. Con una filosofía “Do it yourself”, el grupo se encarga de todo el proceso creativo y pone mucho mimo en ello. Canciones con la suavidad del mejor folk y con una profundidad casi espiritual.
En general no defraudaron, un buen grupo para programar a primera hora. Sonaron incluso más animados de lo que parecían en un primer momento.
El Petit de Ca l’Eril
Su música se ha descrito como folk psicodélico, aunque podríamos decir que es pura experimentación. A partir de música popular e instrumentación que va desde la flauta travesera hasta el sitar o utilizando poemas de Pere Quart, Joan Pons y los suyos ofrecen, cuanto menos, un producto musical curioso.
Siendo sinceros, en directo nos sorprendieron y cautivaron a la par. Ofrecieron un directo intenso y con mucha dosis de alegría y buen rollo. Su concierto es como el de una orquesta de fiesta mayor en versión Indie. Muy recomendable.
Mujeres
Este grupo formado en Barcelona en 2008 viene para reivindicar un espacio para el garage nacional. Con un primer disco (de mismo nombre) desbordante de energía, han llegado pisando fuerte. Matices de Punk-Rock, guitarras sixties y mucha cara encima del escenario.
Es la segunda vez que vemos en directo a Yago, Martí, Pol y Martín y, aunque ganan rodaje en cada concierto, aún les falta limpiar el sonido. Ayer ofrecieron una puesta en escena convincente y mucha energía, sólo les falta rodar más el disco que en lata suena todavía mucho mejor que en directo. Es de justicia decir que, esta vez, les salva el mal sonido general del festival y el hecho de que no pudieran hacer las pruebas de sonido.
Standstill
Se notaba entre el público lo esperadísima que era la actuación de Standstill. Avisamos, pero, que ninguno de los dos redactores que cubrimos este festival somos excesivamente amantes de esta banda de Barcelona. Pero las cosas como son, los chicos llevan a sus espaldas una larga trayectoria y desparraman por el escenario sus ganas de enamorar a su fiel público.
Ayer en el Pròxims volvieron a dejarse la piel, repasando temas de su exitoso último trabajo Adelante, Bonaparte!, pero también de esa carrera extensa de la que hablábamos antes.
Cierta oscuridad en su actuación y algo de sorpresa por la idolatría que generan. Decir sin embargo que fueron de las bandas que mejor capearon los problemas técnicos que nos acompañaron toda la noche.
Mishima
Para nosotros, esta banda barcelonesa representará siempre ese momento en que la música en catalán despertó de la siesta. Mishima son perros viejos en esto de hacer buena música, aunque no siempre se les haya reconocido. Su actuación, para nosotros, era muy esperada y no nos decepcionó.
Desde la madurez de su último trabajo, Ordre i Aventura, ofrecieron un concierto redondo, donde además recuperaron canciones de sus últimos tres trabajos. Hits como Miquel a l’Accés 14 Un tros de fanglevantaron la plaza del Poble Espanyol a pesar de su pésimo sonido, ya que Mishima fue quizás el grupo más perjudicado por la mala acústica de la noche.
En resumen, Mishima nos caen muy bien y seguiremos asistiendo a sus directos. David Carabén y los suyos merecen mucho la pena.
Antònia Font
Los mallorquines fueron los encargados de poner el broche final a la noche. Salieron al escenario con poca energía, muy en la línea de lo que nos tienen acostumbrados, pero fueron subiendo el tono hasta conseguir que los 4.000 asistentes cantaran al unísono cada uno de los temas que tocaban. El grupo más psicodélico del pop en catalán no sólo aprovechó la visita a Barcelona para seguir con la presentación de su último trabajo Lamparetes, sino que obsequió a los asistentes con un repaso interesante de sus mejores temas. Los clásicos Alegría y Wa Yeah!, pero también gratas sorpresas para nosotros como el rescate de un tema corto, pero que nos encanta: Armando Rampas.
Antònia Font han pasado de ser un grupo pionero en la escena independiente en catalán a consolidarse, sin dejar de experimentar y sorprender con su rico universo. Y ayer lo volvieron a demostrar.




Publicado por Albert Cobacho y Mireia Mora  en Crazyminds



diumenge, 3 d’abril del 2011

Manel, columna vertebral del pop catalán



Cuando en noviembre de 2008 Manel irrumpió en la escena musical catalana con su disco de presentación 'Els millors professors europeus' todavía no teníamos ni la más remota idea de todo lo que estaba por venir. Ni ellos, ni nosotros. Pero se erigieron como los niños promesa de una nueva generación catalana de músicos pop. Letras cuidadísimas, melodías trabajadas y directos que se llenaban con una facilidad abrumadora. Creo que toda mi generación respiró feliz. Lejos quedaban los tiempos en qué se subvencionaban proyectos musicales de poca calidad, simplemente por ser en catalán.

Con aquel primer trabajo, se metieron en el bolsillo a la crítica: consiguieron premios, los medios se volcaron. Pero lograron lo más importante: enamorar a su público. De repente, Manel dejó de ser un grupo de música para ser un fenómeno. Sus videos y canciones invadieron las redes sociales. Todo el mundo celebraba la llegada del calor con su tema 'Al mar'.

Después de una larga gira por toda Cataluña, Madrid, Buenos Aires y Londres, clausuraron su primera tournée y se pusieron a componer su segundo trabajo: '10 milles per veure una bona armadura'. Pocos días después de su publicación, se convertía en número 1 de la Lista Oficial de Ventas con más de 10000 copias vendidas en todo el Estado. Creo que es de recibo felicitarles doblemente: por ser el primer disco de pop en catalán que consigue esta meta y por lograrlo en estos tiempos en que se dice que ya nadie compra discos.

'10 milles per veure una bona armadura' es un disco cortito, apenas llega a los 45 minutos. Pero no necesitan ni más canciones ni más minutos para lograr intensidad y empatía a raudales con su público. 10 temas que recorren costumbrismos urbanos y verdades colectivas. Su pop medido, a ratos teñido de folk, nos convence tal como llega.

Manel parece que ha crecido. Sus miembros se han hecho algo mayores (como nosotros) y nos cuentan algunas intimidades con ternura exquisita. Reproches a la falta de valentía en 'La flor groga', historias que terminan en 'El gran salt' y otros amores que, en cambio, no van a morir nunca en 'Criticarem les noves modes de pentinats'. Pero no puedo dejar de citar en esta crónica la que para mí es la perla del disco, 'Benvolgut', primer tema del álbum.

Iniciaron gira oficialmente en Reus la semana pasada, aunque, un par de días antes, anunciaron un concierto sorpresa en Salamandra (L'Hospitalet), que presentaron como un gran ensayo general. En esa primera oficiosa puesta en escena, nos dimos cuenta de que -como decíamos antes- los chicos han crecido y, como el buen vino, adquieren sabor: son exigentes con su directo (sobre todo cuando hacía más de un año que no pisaban escenario) y aspiran a la excelencia. Seguid su pista y, en cuanto anuncien fechas nuevas, sacad entradas, porque todo se agota con infinita rapidez.

Para terminar, pedir encarecidamente un concierto -de final de gira, si queréis- donde podamos verles en acción con todos los músicos que participaron en la grabación del disco. Nos encantaría llenar el Liceu -como hicimos en su día con Antonia Font- para escuchar a Guillem cantar junto a los vientos y las cuerdas intensas que pueblan su trabajo.

Puntuación Crazyminds: 8'5/10



Publicado por Mireia Mora en Crazyminds